Maldita vergüenza, segunda parte.

Quiero aclarar que el motivo de comenzar a escribir este post no es debido al artículo de mismo título de Bertín Osborne que publicó  el diario Marca hace dos días, sino más bien de un pensamiento generalizado que se está extendiendo por todo el panorama futbolístico y que resumía muy bien dicho artículo. ¿Casillas, héroe o villano?

Sin título

Casillas ha sido héroe gran parte de su trayectoria deportiva. Sus títulos, records, paradas imposibles y “milagros” hicieron que se le llegara a apodar El Santo. En unos años donde en el Real Madrid bailaban verano tras verano la pareja de centrales, el portero de Móstoles daba la solidez necesaria al equipo en la parte trasera. Nunca entenderé como era capaz de realizar esas intervenciones, si no fuera por Cannavaro, con la capacidad de pegar una segada al rival y que el árbitro sancionara falta del delantero, diría que ha sido la “flor en el culo más grande que ha habido en el club de Concha Espina”. Pero ¡qué coño! Nada de flor. Las aptitudes de Iker Casillas para ser portero son y han sido inmejorables, motivo por el cual se ha merecido todos y cada uno de los títulos que ha ganado.

Además en el panorama personal daba la imagen de tío sencillo, de la casa, y que era una persona que ha conseguido el sueño que todos deseábamos en nuestra infancia. Por eso era tan admirado…por eso ha sido tan utilizado.

Con eso no quiero exonerarlo de toda culpa, pero intento ser justo y a mi modo de ver, mucha de la mala imagen que hay hoy en día de Casillas no se la ha ganado toda él.

La prensa, léase Canallesca desde ahora, siempre ha intentado desestabilizar al Real Madrid. El club es muy goloso para los intereses financieros de los grandes grupos periodísticos que cada vez están más en decadencia y las fechorías van desde intentar colocar a gente en la presidencia del club como hacer cambiar la opinión de la gente endiosando o desprestigiando a según qué persona en función de según qué intereses, véase Vicente del Bosque, por nadie querido durante su etapa de entrenador porque no tenía mano dura y convertido a mártir del madridismo una vez que el club le rescindió el contrato.

burgos

Con Casillas se ha intentado, y casi conseguido, hacer lo mismo. Día tras día asistíamos a homenajes por parte de la prensa hacia el portero de Móstoles, el cuál reconocía abiertamente y sin tapujos que eran sus amigos. Digamos que el pensamiento que lograron instaurar en los seguidores de la prensa rosa deportiva era poco menos que el que tienen hoy Mari Carmen y José Luís, padres de Iker Casillas, los cuales en una entrevista de El Mundo han dejado joyas como “no le perdones ni un céntimo al Real Madrid”, “en su renovación conseguimos sacarle 200 millones más al presidente”, “mi hijo debería haber jugado en el Atlhetic donde le hubiesen tratado mejor” y muchas más frases del ámbito deportivo que demuestran que su hijo aún está en condiciones de jugar.

Sin embargo, lo que nadie parece cuestionarse de Casillas es que es un tío por y para el club. Todos sus aduladores reivindican que su marcha debería de ser lo más parecido al cortejo fúnebre de Alejandro Magno. Vitoreado por todos y cada uno de sus conquistados, con meses de fiesta nacional donde Carmena adornaría todas las calles de la capital con fotos de las paradas del susodicho, Florentino cambiaría el nombre del estadio a “Iker Abu Dhabi Bernabeu” y que menos que hacerlo marqués, bueno eso no, que ya lo es Vicente, a Iker deberían de hacerlo Infante, que es más que marqués y tiene un nombre más juvenil.

Porque claro, como buen tío de club que es, a la mínima que ve que ya no va a jugar de titular indiscutible y que ya no puede estirar más la cuerda coge y se marcha. Porque como buen hombre de club que se va a trabajar a otro club obliga a su anterior club a pagarle lo que el nuevo no puede. Porque como buen hombre del club lleva más de cinco años defendiendo a Iker Casillas en las entrevistas y atacando a los gestores del Real Madrid. Porque como buen hombre del club su logro deportivo más soñado es “la conquista de la copa del mundo con España” y su momento más amargo de la temporada fue “el partido ante Eslovaquia”, se ve que las derrotas con Atlético y Barcelona no duelen tanto. Se ve que una nefasta temporada en la portería de SU CLUB tampoco le duele tanto. Como sigue siento tan hombre de club, y tan capitán, no ha salido en un solo momento a defender al entrenador o a alguno de sus compañeros duramente atacados por “sus amigos”. Peter Cech zanjó el tema con Courtois en un tweet la primera semana de la llegada del belga a la portería del Chelsea. Diego López estuvo dos años y ni una sola frase de su capitán del estilo de, es otro compañero más que tiene el mismo derecho a jugar que todos. Porque claro, hablando de derechos esto debería de ser más una oligarquía en manos de Iker Casillas, Mari Carmen y José Luís.

Casillas es ese héroe que el poder lo corrompe y lo ha convertido en villano. Casillas es ese héroe que es apartado debido a la pérdida de poderes. Ya han llegado nuevos superhéroes, más jóvenes, más fuertes y más rápidos.

Un portero con 34 años que va en decadencia y no quiere aceptarlo, no es portero para la portería más importante del mundo. Y es una pena. Porque es una persona que ayudaría muchísimo al vestuario desde dentro si hubiese querido asumir su rol, ¡y encima cobraría íntegro su contrato!

Una vez más Casillas ha actuado de Casillas y ha preferido su beneficio personal al del club. Y es lícito, pero que lo no llamen “hombre de club”. Que le queda muy grande todavía.

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